miércoles, 21 de octubre de 2015

El libro viajero del club de lectura:con un libro entre las mano





Cuando el club propone algo siempre me emociona que los amigos participen y respondan,  pero esta actividad me gusta por encima de cualquier otra, no solo porque sé lo mucho que nos cuesta desprendernos de uno de nuestros amados libros si no también por la ilusión, la entrega, la esperanza que genera el dejar ese libro en un lugar público y que otras personas puedan disfrutarlo.
Leer las historias que hay detrás de ese, quizá a ojos de un no lector,  pequeño gesto de dejar el libro me pone la piel de gallina y yo que soy muy ñoña, más de una vez me he puesto a llorar mientras las leía.
Un parque, la escalera de casa, un hospital, una estación de tren o metro, un aeropuerto de París...cualquier sitio puede ser bueno para que un miembro de esta gran familia deje volar uno de sus libros viajeros junto con la ilusión y la esperanza de que se vaya a casa de alguien que después de leerlo le deje seguir camino, le deje volar de nuevo!!!
La ilusión de los preparativos, del colocar la pegatina y el texto, el miedo a dejarlo solo, pronto se transforma, casi siempre, en silencio por parte de los que lo recogen pero no dan señales de que nuestro amigo viajero cumpla  sus expectativas y sueños de libertad recorriendo mundo de mano en mano, de lector en lector, y con ese silencio llega la desazón y desanimo, el pensar que nuestros libros se quedarán ahí olvidados en un cajón, en la oscuridad y sin cumplir su meta!!
Pero me gustaría para alejar esa sensación de vacio, y lo haré a lo largo de los días, compartir las historias que nos hicieron llegar los amigos viajeros mientras esperaban con el corazón en vilo que sus ·niños· los libros, fuesen adoptados por otras manos lectoras!!!

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